La intolerancia a la histamina es una condición que afecta a un número creciente de personas, y sus síntomas pueden ser variados y molestos para quienes la padecen. Esta intolerancia se genera cuando el cuerpo no puede descomponer adecuadamente la histamina, una molécula natural que se encuentra en muchos alimentos. El impacto de esta deficiencia puede ser significativo, ya que puede afectar la salud digestiva, metabólica y hormonal. Descubre en este artículo qué es la intolerancia a la histamina, sus causas subyacentes y cómo abordarla desde un enfoque integrativo.
1. ¿Qué es la intolerancia a la histamina?
La histamina es un compuesto químico presente en alimentos y también liberado por el cuerpo durante las reacciones inmunológicas. Cuando el cuerpo tiene dificultades para descomponer la histamina, se desencadenan los síntomas de la intolerancia. La principal enzima encargada de descomponer la histamina es la Diamino Oxidasa (DAO). Sin embargo, cuando la actividad de esta enzima es insuficiente, la histamina se acumula en el organismo, produciendo una serie de síntomas incómodos.
1.1. Causas de la intolerancia a la histamina
Una de las principales causas de la intolerancia a la histamina es la deficiencia de Diamino Oxidasa (DAO), la enzima responsable de descomponer la histamina en el organismo. Esta deficiencia puede ser de origen genético o adquirida. La disfunción de la DAO generalmente está asociada con un desequilibrio en la microbiota intestinal, inflamación o daño en la mucosa intestinal, o bien con un exceso de histamina en los alimentos consumidos. Cuando esta enzima no funciona correctamente o se encuentra en niveles bajos, incluso pequeñas cantidades de histamina pueden generar reacciones adversas en el cuerpo.
Además, factores como el uso prolongado de ciertos medicamentos, como los antihistamínicos, o trastornos intestinales como el síndrome del intestino irritable (SII) pueden afectar negativamente la capacidad del cuerpo para descomponer la histamina de manera eficiente.
1.2. Síntomas comunes de la intolerancia a la histamina
Los síntomas de la intolerancia a la histamina pueden ser muy diversos. Los más comunes incluyen hinchazón abdominal, migrañas o dolores de cabeza intensos, fatiga crónica y otros problemas digestivos como diarrea o estreñimiento. También pueden aparecer erupciones cutáneas, picazón, y síntomas respiratorios como congestión nasal. Estos síntomas son más notables cuando se consumen alimentos ricos en histamina, lo que contribuye a la acumulación excesiva de esta molécula en el cuerpo.
En mujeres, los síntomas de intolerancia a la histamina pueden empeorar durante ciertos momentos del ciclo menstrual, ya que las fluctuaciones hormonales influyen en el metabolismo de la histamina.
2. El papel del intestino en la intolerancia a la histamina
El intestino juega un papel crucial en la regulación de la histamina. La DAO, la enzima responsable de descomponer la histamina, se produce principalmente en la mucosa intestinal. Si el intestino está desequilibrado o inflamada, la capacidad del cuerpo para producir esta enzima puede verse reducida, lo que lleva a la acumulación de histamina y la aparición de síntomas molestos.
El microbiota intestinal, compuesta por billones de microorganismos que residen en el tracto digestivo, influye significativamente en la descomposición de la histamina. Un desequilibrio en el microbiota, conocido como disbiosis intestinal, puede alterar la función de la DAO y hacer que los niveles de histamina aumenten. Factores como una dieta inadecuada, el estrés crónico, y el uso excesivo de antibióticos pueden contribuir a la disbiosis, impidiendo que los microorganismos intestinales realicen correctamente su trabajo de descomposición de histamina.
Un microbiota equilibrada, por otro lado, puede favorecer la producción de DAO y mejorar la tolerancia a la histamina, ayudando a reducir los síntomas asociados a su acumulación.
3. Cómo las hormonas influyen en la intolerancia a la histamina
Las hormonas tienen un impacto directo en el metabolismo de la histamina. En particular, los estrógenos y la progesterona pueden influir en la liberación de histamina y en su descomposición, lo que puede agravar los síntomas de la intolerancia a la histamina.
3.1. El estrógeno y la histamina
El estrógeno tiene la capacidad de aumentar la liberación de histamina en el cuerpo. Durante la ovulación o el síndrome premenstrual, cuando los niveles de estrógeno son más altos, las mujeres pueden experimentar una mayor sensibilidad a la histamina. Esto puede desencadenar síntomas como migrañas, hinchazón abdominal, fatiga o problemas digestivos.
Además, en la menopausia, los cambios en los niveles hormonales pueden afectar la descomposición de la histamina, lo que empeora la intolerancia a la histamina en algunas mujeres.
3.2. La progesterona y su efecto sobre la histamina
Por otro lado, la progesterona tiene un efecto más moderador sobre la histamina. En la fase lútea del ciclo menstrual, cuando los niveles de progesterona son elevados, la liberación de histamina tiende a reducirse, lo que puede aliviar algunos síntomas de intolerancia. Sin embargo, la relación entre las hormonas y la histamina varía de una persona a otra y depende de factores individuales, como el nivel de sensibilidad hormonal.
4. Estrategias para controlar la intolerancia a la histamina y mejorar el bienestar
El tratamiento de la intolerancia a la histamina debe basarse en un enfoque integrativo que aborde las causas subyacentes, como la salud intestinal, el equilibrio hormonal y la dieta. A continuación, se presentan algunas estrategias clave para mejorar el bienestar general y reducir los síntomas de la intolerancia a la histamina.
4.1. Cuidar la salud intestinal
Mantener un microbiota intestinal equilibrada es fundamental para el correcto funcionamiento de la misma y así evitar los síntomas asociados a disfunciones. Para ello, la consulta con un profesional de la salud es fundamental para identificar qué alimentos son los adecuados para nuestro organismo. A su vez, el profesional puede orientarnos en la recomendación de probióticos que serán indispensables para fomentar la salud de nuestra flora intestinal. El manejo del estrés, realizar ejercicio físico y, además evitar alimentos que puedan dañar la mucosa intestinal como los ultra procesados, las grasas trans o el alcohol, serán fundamentales para combatir la inflamación y los desequilibrios de nuestro microbioma.
4.2. Evitar alimentos ricos en histamina
Una de las estrategias nutricionales más efectivas de reducir la intolerancia a la histamina es evitar los alimentos que contienen altos niveles de histamina. Entre los más comunes se encuentran los quesos curados, los embutidos, el pescado en conserva, los alimentos fermentados como la salsa de soja o el kéfir, y las bebidas alcohólicas como el vino tinto. También es importante reducir el consumo de cítricos, plátanos y frutas tropicales que pueden liberar histamina en el cuerpo. Estas modificaciones deberán realizarse a la par, de seguir las recomendaciones del profesional de la salud, para identificar la causa y reestablecer el funcionamiento de nuestro sistema digestivo.
4.3. Apoyar la descomposición de histamina con nutrientes esenciales
Ciertos nutrientes pueden ayudar a mejorar la función de la DAO y reducir la acumulación de histamina. La vitamina C, que se encuentra en frutas como los kiwis y cítricos, puede ayudar a descomponer la histamina. El magnesio, presente en almendras, espinacas y semillas de calabaza, también es esencial para la función intestinal y la regulación de la histamina. El zinc es otro mineral clave, ya que favorece la actividad de la DAO, y se encuentra en mariscos, legumbres y frutos secos.
4.4. Equilibrar las hormonas
El equilibrio hormonal es fundamental para reducir los síntomas de la intolerancia a la histamina. Una dieta antiinflamatoria rica en ácidos grasos omega-3, presentes en pescados grasos como el salmón o las nueces, puede ayudar a equilibrar los niveles hormonales. Además, manejar el estrés es crucial, ya que el estrés crónico puede agravar la intolerancia a la histamina, al alterar los niveles hormonales y la salud intestinal. Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o el mindfulness puede ser muy beneficioso.
Conclusión
La intolerancia a la histamina puede ser una condición compleja que afecta a la calidad de vida, especialmente en lo que respecta al bienestar digestivo, hormonal y metabólico. Adoptar un enfoque integrativo que cuide la salud intestinal, regule las hormonas y fomente la relajación es clave para gestionar eficazmente los síntomas.
Para complementar este enfoque integral, los suplementos adecuados pueden ser una gran ayuda como los suplementos de INOVANCE: SERENITE y NOCTIVANCE.
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